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Experiencia infinita reúne las obras de ocho artistas nacionales e internacionales que dialogan por medio de una conexión irreal de sarcasmo, espontaneidad y sorpresa. Tal enlace suavemente forzado se debe a que las obras provienen de orígenes distintos, temporalidades y autores diferentes, por lo que se encuentran relacionadas entre sí solamente por su carácter lúdico, irónico  y por formar parte del campo genérico de la performance en una misma muestra .

 

La primera de las obras inaugurada en el año 2000 creada por Elmgreen & Dragset llamada “Entre otros eventos” presenta una puesta en escena de dos pintores haciendo su trabajo en las paredes de la sala. Andamios al costado de la sala, tachos de pintura en el centro, el suelo cubierto de un gran plástico transparente, los pintores en mameluco, sus rodillos y el inconfundible olor a pintura son los elementos formadores de la obra. El espectador la recorre con cierta duda de si hay algo más que se está perdiendo o si la obra es simplemente eso. Al mirar los andamios se visualiza en una de sus repisas un termo y un mate, factor en el cual cabe la pregunta de si el mate es parte de la obra (de origen alemán) o un agregado del traslado a la Argentina.

 

Dejando el olor a pintura atrás, se accede a una sala en la cual se proyecta un texto sobre la pared. La obra de Dora García, “Narrativa instantánea” (2006) deja en evidencia escrita, momentánea e instantánea lo que ocurre en el espacio físico. De esta forma, produce confusión y carcajadas en el público expectante del texto por aparecer; así los hechos de la cotidianeidad pasan a ser graciosos con la simple expresión verbal de los mismos. Al atravesar la sala con cierto miedo y deseo de ser personaje principal de los textos proyectados en la pared el espectador se topa (o pasa por alto) una mesa con papeles. La obra es producto de la misma artista, es estática, no solamente por situarse en una mesa con su condición de tal, sino también por la alineación ordenada de las hojas, con texto extenso que no invita a ser leído.

Omitiendo sin pena ni gloria este último trabajo o bien intentando buscarle un sentido sin éxito, se llega al próximo espacio que es intervenido por la obra “Clockwork” de Roman Ondák; la sala es amplia, sin presentar objetos en el suelo, solamente hay tinta negra en las paredes. En las paredes hay escrito un horario y un nombre, al preguntarse de dónde salen los datos brindados se puede observar a una persona vestida de negro que consulta sin mucha gracia el horario a algún espectador y su nombre. Casi sin agradecer se aleja para hacer su tarea de escribirlo en orden en la pared. Así Ondák invita al espectador a reflexionar sobre el tiempo, la identidad y sus relaciones.

 

Es posible continuar reflexionando respecto de la identidad al observar “Suspensión de la incredulidad” (2014) de Diego Bianchi, la cual presenta un paredón con entradas a un sector posterior y la visualización de objetos que cuelgan del techo como un marco de madera y una canasta de mimbre. Al pasar por los costados del paredón antedicho se observan más objetos colgados y quien los sostiene. Un hombre se presenta de espaldas sosteniendo tensas sogas de diversas partes de su cuerpo y ropa, así conlleva el peso de los objetos que está soportando. Las sogas se sostienen de la remera extendiéndola casi al borde de romperla, del pantalón ya roto, de la boca del intérprete, de los dedos gordos de las manos y los pies y de algún otro lugar semi oculto con dudosa relevancia para la globalidad de la obra. ¿Qué cosas y situaciones soporta el ser humano? ¿Cómo abarcarlas todas juntas? Pareciera que a pesar del insoportable y agotador peso, se genera un equilibrio entre todas ellas.

 

En el siguiente salón se encuentra otro actor en representación de la obra de Pierre Huyghe “Jugador” del 2010, un hombre callado vestido de negro con la particularidad de llevar una máscara de fuertes luces con forma de bisagra. Aquí se juega con la idea de que él puede ver al espectador mientras que el espectador tiene algunas dificultades para verlo a él por la incandescencia de la luz, la luz debería mostrar pero su exceso nos ciega.

 

Posteriormente, para salir del espacio y finalizar la muestra, el público debe salir por una entrada en forma de círculo dentro del cual hay una puerta giratoria humana. Una fila de hombres y mujeres que permiten o impiden el ingreso y egreso de gente por medio de una coreografía simple pero cambiante. En esta pieza de Allora & Calzadilla “Puerta giratoria” (2011) se genera un juego entre performance y espectador, plantea en acto la duda de las interacciones humanas, sus problemas, las imposiciones y la sorpresa. Al lograr traspasar la única salida por medio de dicha puerta humana se puede ver una obra más en el pasillo del espacio. “Obras contadas” (2006-2015), de Judi Werthein, está formada por un escenario ínfimo, dos bancos de madera y un intérprete de cuentos impaciente por la interacción del público con su relato. Mediante una fluidez acogedora el actor cuenta narraciones de obras, relatadas a Werthein por otros artistas que jamás las vieron. La obra remite a un laberinto de artistas y creaciones, al cruce de lenguajes: ¿qué es el arte, qué lo constituye? ¿qué queda de una obra cuando es narrada?

 

Allí finaliza la muestra ; al continuar caminando por la vía de entrada y salida se visualizan los folletos de la obra que podrían haber sido mejor aprovechados antes del ingreso a la misma. La exposición en su globalidad juega con la interacción del público con las obras. En varias de las performances  la interacción es exitosa; en otras la obra pareciera pedir más participación de la que la realidad presenta. Se podría salir del Malba casi igual que cuando se ingresó, solamente habiendo participado de  actividades en tono humorístico o, como se podría esperar, con inquietudes un poco más profundas como la interacción del espectador con el arte, la posibilidad de introducir lo lúdico en el arte, sus límites y el concepto de arte como obra performática, la identidad y el tiempo.

 

Florencia Natalia Carrasco

Melange performático

Experiencia Infinita: Buenos Aires, obras de Elmgreen & Dragset, Dora García, Roman Ondák, entre otros. Curaduría de Agustín Pérez Rubio. En Fundación Constantini MALBA. Av. Figueroa Alcorta 3415.

Desde el 20 de marzo hasta el 08 de junio de 2015. Jueves a lunes y feriados de 12 a 20 y miércoles de 12 a 21hs.

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